RUTAS

Senderismo

De San Facundo a Matavenero y Poibueno

De San Facundo a Matavenero y Poibueno
Distancia (aprox.): 14 km

Tiempo estimado:
5 horas
(Incluye las paradas de observación y reconocimiento).

Desnivel Bruto:
601 metros / 765 (Pueblo de San Facundo) – 1366 (Alto de Peña Mala)

Dificultad:
Media

Señalizada:

Esta ruta recorre un valle que nace en la raya del Bierzo con la Maragateria. Un desfiladero tallado por el río Argutorio sobre durísimas cuarcitas, que fue laboreado, hace más de dos mil años, por los mineros romanos en busca de oro. También, desde el siglo X, fue lugar de asentamiento de eremitas, como lo demuestran los monasterios de San Andrés de Argutorio, San Facundo y Poimalo, éste último más adelante renombrado por los canónigos como Poibueno.

Caminando por El Redondal: De Castropodame a San Facundo

CAMINANDO POR EL REDONDAL: DE CASTROPODAME A SAN FACUNDO
Distancia (aprox.): 13 km

Tiempo estimado:
6 horas
(Incluye las paradas para ver las singularidades del recorrido).

Desnivel Bruto:
215 metros / 965 (cota media Teso del Capelloso) – 750 (cota media de Castropodame)

Dificultad:
Baja (excepto el ascenso desde Castropodame al Teso de Capelloso)

Señalizada:

Para esta ruta se hace necesario el uso de dos vehículos, dejando uno en Castropodame y otro en la localidad de San Facundo.

La ruta se inicia en las inmediaciones del cementerio de Castropodame, ubicado en el extremo suroeste del pueblo, siendo el lugar de referencia para el inicio de cualquier recorrido por las antiguas minas de oro ubicadas en esta localidad.

SABER MÁS

Se trata de un itinerario muy visitado por senderistas, no solo por su fuerza cultural y paisajística, sino porque también es uno de los accesos a las aisladas ecoaldeas de Matavenero y Poibueno.

Desde San Facundo se asciende, por un sendero recién recuperado, hasta el Teso Castriello y, más adelante, hasta Peña Lluenga, donde se asienta unos de los aerogeneradores que ocupan las cumbreras del macizo del Redondal.

El continuo ascenso está trazado por el estribo alomado que separa los arroyos de Sofredo y Argutorio. Esto nos permitirá tener una magníficas vistas, desde la altura, del pueblo de San Facundo y de las infraestructuras que aprovechan la corriente fluvial, como la presa y, aguas abajo, una piscifactoría abandonada.

Durante el recorrido, a la altura del Teso de Castriello, podremos ver unas labores romanas a cielo abierto, pequeñas trincheras realizadas en la roca siguiendo las vetas de cuarzo blanco de aspecto lechoso.

Más abajo del sendero, en las inmediaciones de la conocida como Peña de Mediodía y a la altura de un mirador que se ha construido recientemente, existen seis galerías mineras, muy ocultas y desconocidas, laboreadas en época romana al objeto de testear el sustrato rocoso en busca de oro.

El sendero continúa en fuerte pendiente y nos dirige al alto de Peña Lluenga, salvando 500 metros de desnivel en apenas 2 km de recorrido. Desde aquí se coge la pista de pendiente suave que se ha abierto para la instalación y el mantenimiento de los parques eólicos que han ido invadiendo las cumbreras sobresalientes del Redondal.

Después de recorrer unos 4 km por la cabecera de los arroyos de Sofredo y de la Reguera, que desciende desde la cumbre del Redondal (1.565 m altitud), alcanzamos una encrucijada de caminos en el paraje de El Matón. Desde aquí descendemos unos 2 km por el antiguo camino que viene de Castrillo del Monte hasta alcanzar Matavenero, que está ubicado en graderío mirando al E entre las cotas 1.000 a 1.050 metros de altitud.

Matavenero y Poibueno son dos hitos importantes en este itinerario, que conjuga los valores históricos y culturales de estos pueblos con un paisaje bravo e inhóspito.

Abandonamos Matavenero en dirección a la barriada de Poibueno, situado en el fondo del valle, a cota 900, en la confluencia del arroyo del Rial (o del Real) con el Modrillos. Una vez cruzado el río a través de un artesanal puente de madera, nos recibe un vetusto edificio. Esta magna construcción es lo que queda del monasterio de Poimalo (Podiomalo), que fue de canónigos regulares (y no monjes), los cuales le mudaron el nombre al lugar, por malsonante, por el de Poibueno.

A excepción de la iglesia, el resto del pueblo está muy deteriorado. Algunas casas, al igual que en Matavanero, están ocupadas por los nuevos colonos. Estos nuevos ascetas y eremitas demuestran ciertos paralelismos con los pensamientos que atrajeron a los monjes a estos agrestes parajes, lo que puede hacer pensar que estamos ante el renacimiento, con matices, de una nueva Tebaida berciana.

Abandonamos Poibueno por un hollado sendero por la margen derecha del río Argutorio en dirección a San Facundo. Llegando a la altura de Matavenero, el río se precipita bruscamente por un profundo tajo, en cuyo fondo hay talladas varias marmitas de gigante sobre la durísima cuarcita; estamos ante lo que se conoce como Pozo de la Hoyas. El sendero, que no debemos abandonar en ningún momento, continua paralelo al río que cruzaremos a través de numerosos puentes artesanales de madera. Alcanzando la presa de San Facundo, construida en 1986 para abastecer de agua a Bembibre, ya estamos cerca de nuestro destino. El último tramo de camino transcurre entre chopos, alisos y castaños que marcan un pasillo frondoso hasta el pueblo.

Con información facilitada por Francisco Arias

SABER MÁS

Esta ruta presenta un hermoso recorrido por la cara septentrional del monte de El Redondal, y nos permitirá ver los pueblos que se asientan sobre su prolongado piedemonte, que se alarga hasta encontrase con el río Boeza.

La ruta, que en una primera impresión puede parecer larga, se hace amena y entretenida. Apenas presenta pendientes, excepto en el tramo inicial, siendo su recorrido lineal y casi plano, circulando mayoritariamente entre las cotas 900 a 950 metros de altitud.

El espléndido paisaje abierto que se puede observar durante todo el recorrido, contrasta con las magníficas vistas de los pueblos de que se asientan sobre los estribos norte de El Redondal: Castropodame, Turienzo Castañero y San Pedro Castañero (pertenecientes al Ayuntamiento de Castropodame) y San Andrés de Las Puentes y San Facundo (pertenecientes al de Torre del Bierzo).

Adicionalmente, se prestará mucha atención a la abundancia de castros y explotaciones mineras romanas que nos acompañarán durante todo el recorrido, quedando muchas cicatrices fósiles mineras que han dejado su huella tanto en el paisaje, como en la toponimia.

El recorrido con rumbo oeste-este por la fachada septentrional de El Redondal se inicia en la localidad de Castropodame. Desde aquí hay que subir al collado del Teso de Capelloso, donde está ubicado un antiguo depósito de almacenamiento de agua, de época romana, destinado a las explotaciones mineras de Castropodame. En este punto descendemos ligeramente hasta alcanzar el Valle de La Masera, donde el camino continua en traza casi horizontal hasta dar vistas a Turienzo Castañero. A continuación, sortearemos el hermoso Valle de Las Canales, por el que discurre una de las principales corrientes de agua permanentes que descarga esta vertiente del monte de El Redondal, hasta alcanzar la carretera asfaltada que asciende al centro emisor de Redondal (situado a 1531 metros de altitud).

Recorreremos sólo un pequeño tramo de esta carretera ya que nos desviaremos en dirección a los parajes de Las Torcas y Las Barreiras, antiguas explotaciones romanas de oro con castro minero asociado. La pista avanza sorteando continuas vallinas hasta alcanzar Los Barrancones, otra antigua explotación minera por encima del pueblo de San Pedro Castañero. Más adelante, el camino nos dirige por las cabeceras de los arroyos de Valdecastrillo y Valdecabado hacia San Andrés de Las Puentes que, una vez rebasado desde la altura, la pista desciende hacia el hermoso valle de Sofredo en cuya salida se encuentra la localidad de San Facundo.

Con información facilitada por Francisco Arias